El legado de Martín Miguel de Güemes es recordado cada 17 de junio. El militar salteño se destacó por liderar las milicias que resistieron las invasiones realistas en el norte durante las guerras por la independencia.

El Día Nacional de la Libertad Latinoamericana se conmemora cada 17 de junio por el fallecimiento del General Martín Miguel de Güemes. El feriado fue aprobado por el Senado en 2016.
Formado desde los 14 años en la carrera militar ingresando a Infantería, Güemes combatió en la primera invasión inglesa (su participación será recordada por la toma de la fragata de bandera inglesa Justine). Al producirse la Revolución de Mayo, se incorporó al ejército patriota destinado al Alto Perú y formó parte de las tropas victoriosas en Suipacha.
Desde 1814, Güemes se puso al frente de un movimiento cada vez más grande de gauchos guerrilleros que complicaba todos los intentos de avance de los invasores. Entre 1815 y 1821 fue designado gobernador de Salta. Durante este período resistió los ataques de las tropas realistas. La resistencia en el actual noroeste argentino estuvo combinada y coordinada con los logros de San Martín en Chile y Perú.
La construcción del caudillo popular se consolidó en esos años. Güemes combinó la “guerra de guerrillas” con la resistencia del pueblo salteño, cansado del contexto bélico y las penurias económicas.
Durante el período independentista, el pueblo salteño resistió a nueve invasiones españolas. La población del norte sufrió las consecuencias de una tierra devastada por la guerras y por la interrupción del comercio con el Alto Perú, única vía para la obtención de víveres. La situación fue más compleja: no sólo enfrentaron a los realistas, sino también a las clases altas salteñas.
Este cuadro fue el que le permitió a Güemes construir su poder político regional, consolidando su imagen de caudillo al frente de un ejército de gauchos y desposeídos. Como contrapartida, el gobernador de Salta realizaba una quita del pago de tributos que muchos aún pagaban a la elite salteña. Este poder basado en el arbitraje entre sectores oligárquicos y populares es explicativa de la figura del jefe popular.
Como explica el historiador Ezequiel Adamovsky, las clases altas salteñas “aborrecieron” a Güemes: “Cuando murió, desataron una reacción clasista contra sus gauchos y trataron de borrar su memoria. Muchas décadas más tarde encontraron útil promover un culto a Güemes para beneficio propio”.
La muerte de Güemes se dió en un contexto más que adverso. En 1821 el Cabildo de Salta, dominado por sectores conservadores y terratenientes, aliados a los realistas, decidió deponerlo como gobernador. El general respondió con la “Guerra gaucha” con el objetivo de derrotar a los realistas y recuperar el poder político.
En ese contexto, las fuerzas de José María Valdés, apodado “el Barbarucho”, un coronel salteño que estaba a las órdenes del ejército español, avanzaron hasta ocupar Salta el 7 de junio con el inestimable apoyo de los terratenientes y comerciantes. Güemes se refugió en casa de su hermana Magdalena Güemes de Tejada, más conocida como “Macacha”. Mientras escribía una carta escuchó disparos y decidió salir por la puerta trasera. Logró montar su caballo y emprenderla al galope pero recibió un balazo en la espalda. Llegó gravemente herido a su campamento de Chamical con la intención de preparar la novena defensa de Salta.
Finalmente fue trasladado a la Cañada de la Horqueta, donde pasó sus últimos diez días de vida. En dos ocasiones el jefe español Olañeta le envió emisarios. Según las fuentes, le ofrecía un médico y remedios, e intentaba sobornarlo. Güemes respondió convocando a su segundo al que le ordenó: “Coronel Vidt, ¡tome usted el mando de las tropas y marche inmediatamente a poner sitio a la ciudad y no me descanse hasta no arrojar fuera de la Patria al enemigo!” Miró al oficial español que le traía la nota de Olañeta y le dijo: “Señor oficial, está usted despachado”.
Feriados
Una particularidad de la semana del 17 de junio es que reúne los tres tipos de feriados nacionales existentes: los inamovibles, los trasladables y los puente. Los primeros son días estipulados por ley que no pueden cambiar de jornada (jueves 20 de junio, Día de la Bandera); los segundos tienen la posibilidad de moverse en el calendario de acuerdo a lo que disponga el gobierno (17 de junio, cuando se conmemora a Güemes); y los últimos se hacen asueto para aportar al sector turístico y crear un fin de semana largo (viernes 21).