Mientras crece el uso de dispositivos entre los más chicos, una nueva investigación indica que podría causarles problemas de control de la ira a medida que crezcan.

El uso de celulares y tabletas entre los niños pequeños está aumentando notablemente. Las pantallas son los nuevos chupetes: la manera que muchos padres encuentran de calmar a sus hijos. Un estudio publicado en Frontiers in Child and Adolescent Psychiatry, una de las revistas especializadas más importante del mundo, explora cómo estos dispositivos alteran la regulación emocional.
El estudio encontró que los niños que se calmaban más frecuentemente con dispositivos digitales tenían más probabilidades de tener problemas para regular sus emociones un año después.
Los investigadores canadienses y húngaros que realizaron el estudio señalaron que los celulares y tabletas podrían obstaculizar el desarrollo de las habilidades de autorregulación de los niños, lo que conduce a un peor manejo de la ira y la frustración.
Cada vez se publican más estudios que indican que la exposición a pantallas no es algo muy bueno: el uso generalizado de medios electrónicos y dispositivos digitales puede influir incluso en la cognición, las emociones y la salud mental a largo plazo, en especial en chicos, cuyos sus procesos cognitivos son plásticos, maleables, los que los hace aún más vulnerables a las influencias fuertes y duraderas de las experiencias.
Foto: Ippei Naoi/Getty Images. Con información de Federico Kukso