El presupuesto educativo de 2025 será el de menor participación sobre el PBI de la última década

La inversión nacional en educación en 2025 será del 0,88% del PBI, por debajo de lo invertido en 2024 (0,91%) y 2023 (1,48%). Los datos surgen de un informe del Observatorio Argentinos por la Educación. La disminución de 2024 respecto del año anterior fue del 40%.
Foto: Infobae

El presidente Javier Milei presentó ante el Congreso el proyecto de Presupuesto 2025, que prevé superávit primario y equilibrio financiero. De acuerdo con el texto presentado, la inversión en Educación en 2025 será del 0,88% del Producto Bruto Interno (PBI), el valor más bajo desde 2015.

En términos reales, el proyecto de Presupuesto 2025 estipula que la inversión con fondos nacionales en educación tendrá un incremento de fondos en 2025 de un 0,65%, tras una disminución del 40,20% en 2024 respecto de 2023. La educación superior recibirá el 66,5% del presupuesto de la Secretaría de Educación, seguido por el Plan Nacional por la Alfabetización que recibirá el 11,6%.

Gasto en la función educación y cultura de la Administración Pública Nacional en millones de pesos constantes de 2024 y como porcentaje del PIB. Ejecutado de 2013 a 2023, previsión de cierre para 2024 y presupuestado para 2025.

Los datos surgen del informe “Presupuesto educativo nacional 2025”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Javier Curcio (FCE/UBA, IIEP – UBA CONICET), María Sol Alzú y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación).

El documento analiza el presupuesto educativo nacional para 2025 teniendo en cuenta los gastos destinados a la función “Educación y Cultura” y los de la Secretaría de Educación del Ministerio del Capital Humano. Esta Secretaría representa aproximadamente el 80% de la función “Educación y Cultura” mientras que el resto corresponde a otros ministerios como Defensa e Infraestructura. Para analizar la evolución de la inversión en los últimos años, se consideran los datos del Presupuesto Abierto del Ministerio de Economía sobre el crédito ejecutado en 2023 y sobre el crédito vigente (al 22 de septiembre) para 2024. Para 2025, se utiliza el proyecto de Ley de Presupuesto.

En el período 2023-2024 hubo una fuerte caída en términos reales, tanto en el gasto de la Secretaría de Educación (-42,99%) como en la función “Educación y Cultura” (-40,20%). Para 2025 se espera que el presupuesto de la Secretaría de Educación varíe un 6,87% respecto al cierre proyectado para 2024, mientras que para la función “Educación y Cultura” se espera una mejora del 0,65%, según la inflación considerada en el proyecto de ley. En cambio, si se considera la inflación del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), en 2025 habrá una nueva caída de la inversión en términos reales, tanto de la Secretaría de Educación (-1,18%) como de la función “Educación y Cultura” (-6,93%).

Variación porcentual en términos reales (precios constantes de 2024) por función. Crédito Vigente 2024 contra Crédito Ejecutado 2023.

De acuerdo con las proyecciones oficiales, la Secretaría de Educación será una de las cinco áreas del Estado con mayor incremento de fondos en 2025 (6,87%), superada por el Ministerio de Salud (146,75%), Obligaciones a cargo del Tesoro (27,64%), Presidencia de la Nación (13,58%) y el Poder Judicial de la Nación (6,97%). Si se considera la evolución de la inversión en la función “Educación y Cultura”, se observa que esta queda en el puesto 14 entre las que recibirán más recursos en 2025 con respecto a 2024, con una variación del 0,65%. De las 29 funciones contempladas en el proyecto de Ley del Presupuesto 2025, solo 14 reciben más recursos que los asignados en 2024.

Variación porcentual en términos reales (precios constantes de 2024) por función. PdL 2025 contra proyección del Crédito Vigente 2024.

El Ministerio de Educación recibió el 6,36% del presupuesto nacional en 2023, mientras que en 2024 la participación de la Secretaría de Educación se redujo al 4,60% del presupuesto. En 2025 está previsto que reciba el 5,12% del presupuesto nacional, superada por el conjunto de las áreas restantes del Ministerio de Capital Humano (50,67%), Servicios de Deuda Pública (10,06%), Obligaciones a cargo del Tesoro (9,06%) y el Ministerio de Economía (6,64%). En tanto, la participación de la función “Educación y Cultura” en el presupuesto nacional se redujo del 7,25% en 2023 al 5,49% en 2024 y se estima que será de 5,77% en 2025.

Variación porcentual en términos reales (pesos constantes de 2024) por jurisdicción. Crédito Vigente 2024 contra Crédito Ejecutado 2023. Nota: Las jurisdicciones sombreadas corresponden a aquellas que se eliminaron para el año 2024.

“El debate presupuestario permite consensuar las prioridades y énfasis de los programas de gobierno planificados para el próximo período. Este año es crucial para el sector público nacional argentino para organizar la recuperación imprescindible, especialmente en el sector educativo. Se requiere un gran acuerdo nacional para identificar los problemas a resolver, organizar las respuestas y dotar de financiamiento adecuado a las intervenciones que cada nivel de gobierno debe ejercer para avanzar en el camino de superar la tragedia educativa que atravesamos”, afirmó Javier Curcio, investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de UBA-Conicet y coautor del informe.

Los programas de la Secretaría de Educación

Al analizar los programas presupuestarios de la Secretaría de Educación, surge que los únicos dos que experimentarían un incremento real en 2025 son “Gestión educativa y políticas socioeducativas” y “Desarrollo de la educación superior” (universidades). El programa “Gestión educativa y políticas socioeducativas” tuvo un incremento del 15% entre 2023 y 2024, y sumará otro 14% para 2025. Por otro lado, los recursos para “Desarrollo de la educación superior” registraron una disminución del 30% entre 2023 y 2024, y tendrán una recuperación marginal del 2% en 2025. Todos los demás programas sufrieron ajustes en ambos períodos (2023-2024 y 2024-2025), y algunos fueron eliminados por completo.

Variación porcentual en términos reales (pesos constantes 2024) por programa de la Secretaría de Educación. Crédito Vigente 2024 contra Crédito Ejecutado 2023. Nota: Los programas sombreados corresponden a aquellos que se discontinuaron para el año 2024.

En 2025 se asignan por primera vez fondos del presupuesto al “Plan Nacional de Alfabetización” y se eliminarán los programas “Mejoramiento de la calidad educativa”, “Conectar Igualdad”, “Fortalecimiento territorial” y “Acompañamiento de organizaciones educativas”. El Plan Nacional de Alfabetización tiene una participación significativa en el presupuesto de la Secretaría de Educación (11,6%), ubicándose por detrás de “Desarrollo de la educación superior”, con el 66,5%. A estos dos programas, les siguen en mayor cantidad de fondos asignados para 2025: “Gestión educativa y políticas socioeducativas”, con el 10,5%; y “Gestión y asignación de becas a estudiantes”, con el 7,3%. En 2025 el gasto en educación universitaria representará el 66,5% del presupuesto educativo nacional, lo que deja un 23,1% para programas de educación obligatoria y superior no universitaria, y el resto (10,4%) para otro tipo de gastos.

Variación porcentual en términos reales (pesos constantes 2024) por programa de la Secretaría de Educación. PdL 2025 contra proyección del Crédito Vigente 2024. Nota: Los programas sombreados corresponden a aquellos que se discontinuaron para el año 2025. Los programas 43 y 90 se implementarán por primera vez el próximo año.

“La eliminación del programa Conectar Igualdad es sin duda una medida regresiva muy fuerte, más cuando se considera que el 66% de los y las niñas menores de 14 años son pobres y tienen escasas posibilidades de lograr una alfabetización digital acorde con los umbrales de ciudadanía del siglo XXI. El segundo programa en importancia de la Secretaría de Educación, luego del financiamiento universitario, será el Plan Nacional de Alfabetización, que se concentrará en actividades tendientes a extender la jornada escolar y proveer materiales educativos (principalmente libros) para los y las estudiantes de los niveles inicial y primario, pero sin atender la capacitación docente”, señala Jorge Lo Cascio, economista y magíster en Educación.

Informe completo:

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