Más de treinta organizaciones gremiales, entre Federaciones y sindicatos, aseguraron hoy que los datos de inflación informados por el Indec “no coinciden” con el impacto en los bolsillos. “Existió un desfasaje cercano al 15% (en contra de los salarios) entre los datos oficiales y la inflación sufrida en 2024”, apuntaron.

Con una solicitada titulada “Los datos de inflación no coinciden con el impacto en nuestros bolsillos”, más de treinta organizaciones gremiales salieron a marcar la diferencia entre la inflación cotidiana y la que reflejan las estadísticas oficiales que ayer difundieron el número mensual más bajo del último bienio.
“De hecho, el gobierno acaba de anunciar el índice inflacionario del mes pasado y su acumulado anual. Según esos datos, la inflación fue de 2,2% en enero 2025. Para la mayoría de la población ese porcentaje no refleja el aumento efectivo de los bienes y servicios que afrontamos todos los meses con nuestros ingresos. Hasta ahora era un comentario que fue elevando su volumen en pueblos y ciudades. Hoy podemos demostrar que ese desfasaje es real y tiene una explicación clara: el Indec utiliza una metodología de cálculo desactualizada”, aseguraron.
Además sostuvieron que “el gobierno no se atreve a modificarlo porque develaría que la inflación es mayor que la publicada”.
La solicitada que lleva las firmas de gremios pesados como la Federación de Trabajadores Aceiteros y Desmotadores, la Bancaria, ATE, la Federación de Judiciales, los Jerárquicos de Energía y gremios docentes, entre muchos otros, señala: “La mayoría de los especialistas coinciden en que existió un desfasaje cercano al 15% (en contra de los salarios) entre los datos oficiales y la inflación sufrida en 2024. Y tiene lógica”.
Para los sindicatos, “este método desactualizado oculta que el poder de compra de los salarios se redujo un 50% en los últimos años, solo mitigado por las negociaciones paritarias y conflictos salariales”.
Además fijaron un horizonte de organización sobre el tema: “La mayoría de los trabajadores/as cada vez están más lejos del Salario Mínimo, Vital y Móvil, aprobado en la Ley de Contrato de Trabajo y en la Constitución Nacional, que es la remuneración menor que debe recibir un trabajador/a para asegurar alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, salud, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión. Para cubrir esos gastos a finales de 2024 un trabajador/a debía percibir un ingreso bruto mínimo de $1.900.000 mensuales”.
“Tenemos los datos, las causas que explican las diferencias entre la realidad y el dibujo oficial, y el veredicto de la mayoría de la población que comprueba mes a mes que no son ciertos los números que se comunican oficialmente. El futuro ya llegó. El bolsillo canta claro. Necesitamos unirnos para reparar esta injusticia”, concluyeron.